Pactos secretos y problemas matrimoniales: una nueva reflexión sobre la Guerra Florida

Para frenar las hambrunas de los años 1450-1454, los jefes y los sacerdotes de la Triple Alianza (conjunto político de Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan) se juntaron con los nobles enemigos de Tlaxcala, en donde se propuso enfrentarse en un campo de batalla acordado, con el fin de capturar enemigos. Por medio de víctimas sacrificiales, se esperaba complacer a los dioses y poner fin a la crisis. La guerra que describe el texcocano Alva Ixtlilxóchitl (1975) es un ejemplo de la llamada “guerra florida” (en náhuatl: 'xochiyaoyotl') entre los grupos nahuas de los siglos XV y XVI, cuya intención era obtener prisioneros de guerra (en náhuatl: yaoctlamato), con fines sacrificiales y antropofágicos. Además, los adversarios (siempre de la nobleza) mantenían secretamente contacto de tipo político y ritualizado.

En este sentido, se debe de distinguir el objetivo de la guerra florida de las guerras de conquista, cuyo fin principal era ganar el territorio del otro o exigir un tributo. El tlatoani Moctezuma explica esta diferencia en su respuesta a la pregunta de Andrés de Tapia de porqué la Triple Alianza no conquistó a los de Tlaxcala, al afirmar que bien lo podría haber hecho, pero que prefería mantener la rivalidad para obtener siempre prisioneros de guerra.

Desde el principio del período colonial hasta el día de hoy, se ha debatido sobre el sentido de la guerra florida. Una explicación importante enfatiza en la necesidad de alimentar un sol hambriento que moriría sin los corazones de las víctimas de guerra. Desde este punto de vista, la guerra mesoamericana era principalmente un asunto religioso, protagonizada por los Mexicas y la dominación sobre los demás, bajo el mando del dios bélico Huitzilopochtli. Otro enfoque cuestiona esta función de alimentar el astro, y favorece la idea de la guerra florida como parte de una estrategia política y militar para dominar al enemigo, con el fin de exigir tributo. Esta propuesta explica la guerra florida como una fase introductoria de una guerra de mayor importancia, enfocada en la dominación política o económica. Al mismo tiempo, servía más bien para ejercitar a los militares y controlar los enemigos más temerarios.

No obstante estas interpretaciones, que enfatizaron el aspecto religioso por un lado, así como lo económico y geopolítico por otro, planteo que la guerra florida era una forma de construcción social, que tuvo como fin la incorporación en la comunidad, de guerreros extranjeros a través de la captura. Era un tipo de guerra que correspondía a un modelo bélico amerindio, es decir, no era exclusivamente de los nahuas o mesoamericano.

Las fuentes históricas aclaran que en esta “cacería” de presas enemigos, los indígenas mostraban una preferencia notable por sus vecinos cercanos. Estos rivales (los nahuas del centro de México y los de la región de Puebla-Tlaxcala) hablaban la misma lengua y estaban culturalmente emparentados. En el caso señalado, es notorio que sus dos dioses patronos, Huitzilopochtli y Mixcóatl, eran hermanos. Al mismo tiempo, los enemigos compartían una historia mitológica de origen común que nos habla de conflictos y momentos de diferenciación o separación. Un episodio fundamental, en este sentido, es la lucha del dios Huitzilopochtli contra su hermana Malinalxoch y sus cuatrocientos tíos, que, por cierto, termina con el sacrificio y el consumo de sus parientes por parte del dios mexica. Al igual que en el caso mitológico, el conflicto social histórico, expresado en la guerra florida, era una lucha entre cercanos, una situación que Torquemada describió como una “guerra civil” y el tlatoani Moctezuma una pelea de españoles contra españoles (Durán, 1984).

No obstante los vínculos mitológicos e históricos señalados en las fuentes, algo muy particular caracterizaba a la relación entre los enemigos: según el cronista tlaxcalteco Muñoz Camargo (1948), los mexicanos no se casaban con los de Tlaxcala. Aunque desconocemos los detalles precisos de esta peculiaridad, es probable que los grupos rivales decidieron romper con la alianza matrimonial para facilitar los enfrentamientos, y esto, por un motivo esencial: la negación del matrimonio entre México y Tlaxcala abrió el camino para otra manera de relacionarse, a través de la “guerra florida” como mecanismo de “adopción”: sabemos que en el momento de la captura, el captor declaraba que su prisionero era su “querido hijo”, mientras el cautivo reconoció al vencedor como su padre (Códice Florentino, 1975-1979). En otras palabras, se producía un "hijo", convirtiendo el proceso de la captura en un acto de procreación (Acordemos que el parto era considerado como un acto de captura, y la mujer que no sobrevivió al dar luz una guerrera). Las semejanzas históricoculturales y mitológicas, y el lenguaje compartido convertían a los vecinos cercanos, políticamente independientes, en las víctimas más propicias para esta construcción de parentesco virtual.

La guerra florida se presenta, entonces, como una alternativa al matrimonio para la obtención de un “alma”, en forma de un hijo cautivo “adoptado” (reproducción social como alternativa de reproducción biológica). La abolición de la alianza matrimonial debe ser entendida como una estrategia que permitía la captura de un hijo “virtual”, la víctima ideal para el tratamiento sacrificial y antropofágico.

 

Para leer más:

Declercq Stan

2018 In mecitin inic tlacanacaquani: “Los mecitin (mexicas): comedores de carne humana”. Canibalismo y guerra ritual en el México Antiguo. Tesis de Doctorado en Estudios Mesoamericanos, UNAM. (https://www.academia.edu).

 

Hassig, Ross

1988    Aztec Warfare: Imperial Expansion and Political Control. Civilization of the American Indian series, no. 188. Norman, University of Oklahoma Press.

 

Historia de los mexicanos por sus pinturas

2011    En Mitos e historias de los antiguos nahuas. Paleografía y traducciones de Rafael Tena. México, Conaculta, pp. 15-111.

 

Isaac, Barry L.

1983a  "The Aztec "Flowery War": A Geopolitical Explanation", Journal of Anthropological Research, University of New Mexico Vol. 39, No. 4, pp.       415-432.

Para citar: Stan Declercq, Pactos secretos y problemas matrimoniales: una nueva reflexión sobre la Guerra Florida, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/766/744. Visto el 26/03/2024