La batalla de Tepeaca: aliados de los mexicas

En los años de 1519 a 1521, las consecuencias de conflictos armados previos, como la huida de los españoles y sus aliados tlaxcaltecas de Tenochtitlan, a ojos de los mexicas la derrota de Cortés, se verían reflejadas en futuros encuentros. Tal es el caso de la batalla de Tepeaca .

Llegados a Tlaxcala tras la batalla de Otumba, Cortés y su gente supieron de ciertos acontecimientos que se llevaron a cabo durante su estancia en Tenochtitlan: un grupo de entre diez y quince hispanos había sido aniquilado en Tepeaca. Al parecer, en su trayecto hacia Tenochtitlan pasaron por dicha población y terminaron bajo cuchillo de quienes seguían siendo aliados de los mexicas.

Una vez más, las fuentes históricas nos dan información, en ocasiones contradictoria o bien coincidente. El apoyo de Tlaxcala a las huestes de Cortés seguía siendo muy claro. No olvidemos que, para Tlaxcala, la campaña de Cortés era en realidad su propia campaña en la cual los aliados eran los españoles; para ellos todo lo que representaba Tenochtitlan y su imperio era motivo de ser destruido.

De esta forma, ofrecieron a Cortés un número que no conocemos de indígenas para enfrentar a Tepeaca, que contaba con un importante destacamento mexica. Los principales capitanes mexicas se habían encargado de hacer una distribución de ciertas tropas por varios territorios que se consideraban todavía aliados. Uno de los más importantes para ese momento Tepeaca, quienes contaban con cuatro mil efectivos.

Algunas versiones, como la de Bernal Díaz del Castillo, aseguran que los españoles estaban muy faltos de pertrechos ya que mucho equipamiento militar se había perdido en los conflictos anteriores. Bernal asegura que ya no contaban con artillería, ni escopetas, no tenían pólvora y tan solo les quedaban diez y siete de caballería, la mayoría de los hispanos eran infanterías de espada y rodela sumado al apoyo de dos mil efectivos de Tlaxcala.

            Cortés mandó una serie de mensajes hacia Tepeaca, recordando la muerte de los hispanos, pero la respuesta de los mexicas, como pueblo militarista que eran, no se hizo esperar. Dejaron claras sus intenciones: si Cortés y sus tropas se acercaban sería motivo de un nuevo conflicto, recordándoles los desastres de Tenochtitlan y Otumba. El resultado final era evidente, Cortés no podía dejar impune la muerte de sus compañeros y emitió una clara declaración de guerra hacia Tenochtitlan y los mexicas al amenazar: “que se diesen por esclavos a todos los aliados de México que hubiesen muerto españoles”.

La batalla se llevó a cabo en un campo abierto, entre las tropas híbridas de Cortés, con cuatrocientos veinte soldados hispanos y, dos mil efectivos tlaxcaltecas, contra las igualmente híbridas tropas de mexicas y tepeaqueños. El planteamiento táctico inicial, algo muy común de las tropas de Cortés, fue enviar a las caballerías seguidos de los indígenas tlaxcaltecas quienes con mucho esfuerzo comenzaron a combatir contra los mexicas y tepequeños. En cuestión de minutos las tropas mexicas y tepeaqueñas fueron diezmadas.

No se tiene demasiado detalle de la batalla, si es que debemos solo considerarla como una escaramuza. El punto central radica en que las tropas del lado mexica son derrotadas y el resultado de ello lo detallamos a continuación. De acuerdo con Bernal Díaz hubo bajas de los tlaxcaltecas, tres efectivos, e incluso también se menciona la muerte de un caballo y doce hispanos. Llama la atención que por su parte Cortés dice: “…siempre los desbaratamos, y matamos muchos, sin que en toda la dicha guerra me matasen e hiriesen ningún español..” las conveniencias y contradicciones siempre se hacen presentes en las fuentes.

Inmediatamente, los tlaxcaltecas entraron en las casas para hacer prisioneros de guerra. Poco después, Cortés fundaría ahí la llamada Villa de Segura de la Frontera. Allí, según las fuentes, se llevaría a cabo un detalle que no puede pasar inadvertido: se comenzaron a manufacturar hierros para llevar a cabo el herraje a los que se tomaron por prisioneros con un símbolo en forma de G, para que se recordara la “guerra” en ese territorio.

 

 

Para citar: Marco Antonio Cervera Obregón , La batalla de Tepeaca: aliados de los mexicas, México, Noticonquista, http://www.noticonquista.unam.mx/amoxtli/2232/2232. Visto el 24/04/2024