Los españoles aceptan los tamemes que les trae el Cacique "Gordo" de Cempoala
Y otro día, de mañana salimos de Cempoal, y tenía aparejados sobre cuatrocientos indios de cargar, que en aquellas partes llaman tamemes, que llevan dos arrobas de peso a cuestas y caminan con ellas cinco leguas; y desque vimos tanto indio para carga nos holgamos, porque de antes siempre a cuestas nuestras mochilas [...]. Y doña Marina e Aguilar nos dijeron, que en aquestas tierras, que cuando están de paz, sin demandar quien lleve carga, los caciques son obligados de dar de aquellos tamemes; y desde allí adelante, dondequiera que íbamos demandábamos indios para las cargas. Y despedido Cortés del cacique gordo, otro día caminamos nuestro camino, y fuimos a dormir a un pueblezuelo cerca de Quiahuistlán, y estaba despoblado, y los de Cempoal trajeron de cenar. Aquí es donde dice el cronista Gómara que estuvo Cortés muchos días en Cempoal, e que se concertó la rebelión e liga contra Montezuma: no le informaron bien; porque, como he dicho, otro día por la mañana salimos de allí; y donde se concertó la rebelión y por qué causa, adelante lo diré.
- Cempoala
- Jerónimo de Aguilar
- Marina
- Cacique de Cempoala